Este verano, olvídate de los smoothies verdes y las ensaladas con nombres de plantas en latín. Lo que se lleva en 2025 son las dietas que desafían la lógica, la salud y la voluntad humana. Influencers, celebrities de medio pelo y coaches nutricionales con dudosos diplomas ya las están promoviendo desde sus stories con filtros de Bali y barriga en inhalación. Te traemos las cinco dietas más absurdamente peligrosas que, según nadie, «están revolucionando el metabolismo». Y por supuesto, todas son un infierno. Pero con branding.
1. La Dieta del Microayuno Frenético
Come cada 7 segundos. Durante 14 minutos al día.
Inspirada en el ayuno intermitente pero pensada por alguien con TDA y un cronómetro roto. Esta dieta propone «microcomidas intensivas» en franjas de 14 minutos cada 24 horas, durante las cuales puedes ingerir lo que quieras, pero solo en tomas de 7 segundos. «El secreto está en masticar con ansiedad», explica Paula Detox, nutricionista intuitiva sin titulación oficial. Las personas que la siguen experimentan una combinación de pérdida de peso, deshidratación, y visiones de hamburguesas parlantes.
2. El Plan Keto-Cárnico-Náutico
Solo carne, grasa, y alimentos que podrías encontrar en un barco vikingo.
Basada en una lectura muy libre del concepto keto y un especial de History Channel sobre vikingos, esta dieta excluye frutas, verduras y cualquier alimento que no pueda ser pescado, cazado o fermentado en un barril de sal. Se popularizó en Instagram con el hashtag #SkolBody. Expertos alertan sobre riesgos como escorbuto, exceso de testosterona en mujeres, y brotes espontáneos de acento nórdico.
3. El Reto Glucídico-Extremo 404
Todo carbohidrato debe ser quemado antes de comerlo.
Versión radical de las dietas sin carbohidratos: puedes comerlos, pero solo si los prendes fuego antes. Pan tostado hasta el negro absoluto, pasta quemada, arroz al volcán. La teoría es que así «matas las calorías». Promovida por una coach fitness que también es aficionada al fuego ritual. Cuidado: ya ha causado incendios en tres gimnasios y una pizzería de barrio.
4. La Dieta «Mono-Monótona-Monoalimento»
Una comida. Una semana. Repítelo hasta perder la dignidad.
Lunes de zanahorias. Martes de arroz. Miércoles de aire. Esta dieta asegura «alinear el intestino con la vibración del alimento» repitiendo un solo ingrediente por día, sin sazonar, sin mezclar y sin llorar (aunque se permite gritar al espejo). Las personas que la siguen dicen sentirse más «conectadas»… con el vacío existencial.
5. El Ayuno Estético-Social
Solo puedes comer lo que haya sido fotografiado por al menos 5 personas distintas.
Porque si nadie lo sube a Instagram, ¿de verdad lo has comido? Esta dieta mezcla restricción calórica con aprobación social. El proceso requiere que tu comida sea estéticamente perfecta, compartida y validada por la comunidad antes de poder ingerirla. Ideal para gente con amigos influencers, o con hambre de likes.
Advertencia final: Todas estas dietas son absolutamente desaconsejadas por cualquier profesional de la salud con dos dedos de frente. Pero si vas a hacer locuras este verano, al menos hazlas con nombre de marca y un filtro sepia. Porque nada dice «me amo» como una dieta que parece diseñada por un enemigo personal.
