
España Dispuesta a Aportar Dos Tirachinas y Cuatro Prismáticos a la Defensa de la OTAN contra Drones Rusos
- “Es tecnología de proximidad”, dice Defensa. “Mucho más sostenible que los Patriot.”
- La ministra asegura que los prismáticos “son de los buenos, de los del Decathlon de 50 euros, no de los básicos”

En una reunión extraordinaria del Consejo del Atlántico Norte, España ha anunciado su firme compromiso con la defensa común frente a la creciente amenaza de drones rusos, ofreciendo una batería de recursos “innovadores, portables y energéticamente responsables”. Entre ellos, dos tirachinas profesionales de competición, cuatro prismáticos con zoom óptico “decente” y un lanzador de huesos de aceituna modificado por el ejército.
El Ministerio de Defensa español, liderado por Margarita Robles, presentó lo que ha denominado su “Paquete de Apoyo Táctico Ligero” (PATL), una contribución “basada en la astucia, la movilidad y el ingenio mediterráneo”. La ministra defendió con vehemencia la efectividad del tirachinas “cuando se maneja con técnica” y recordó que “en manos expertas, puede neutralizar no solo drones, sino también la autoestima del enemigo”.
Un enfoque “alternativo”
Además de los tirachinas y prismáticos, el paquete incluye:
- Una linterna “con modo estroboscópico para desorientar satélites”
- Tres botellas de Fairy para “engrasar pistas de aterrizaje enemigas”
- Un disco recopilatorio de Camela “para uso como arma sónica en operaciones psicológicas”
- Y una reproducción a tamaño real de Iker Casillas gritando “¡Salid, coño!”, para “infundir moral o pánico, según proceda”
La presentación del paquete generó una mezcla de sorpresa y confusión entre los representantes de la OTAN. Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza, agradeció el gesto español con un elogio ambiguo: “Celebramos la creatividad táctica de nuestros aliados del sur. No todo en la guerra son misiles… a veces la sorpresa es el arma más poderosa”.
Reacciones internacionales
Francia calificó la ayuda de “poética y muy francesa en el fondo”, mientras que Alemania la describió como “minimalismo táctico llevado al extremo, muy conceptual”. Un portavoz del Reino Unido expresó su entusiasmo con moderación: “Estamos seguros de que los tirachinas jugarán un papel… visible”.
Incluso Estados Unidos ofreció unas palabras de apoyo: “Nos recuerda al espíritu de la guerra de independencia. Improvisación, pasión… y muy poco presupuesto”.
Desde Rusia, sin embargo, el portavoz del Kremlin se limitó a comentar: “Nos preocupa más la linterna que los prismáticos. Si parpadea lo suficiente, podríamos pensar que es un misil”.
Defensa sin complejos
Fuentes del Ministerio de Defensa han confirmado que España también ha ofrecido entrenamientos exprés en técnicas de defensa urbana usando cacerolas, zapatillas lanzables de señora, y el clásico “grito de balcón” como alerta temprana.
“El objetivo no es competir en poder destructivo, sino en disuasión emocional”, explicó el coronel responsable del programa. “Un dron ruso puede ser derribado con un Patriot, pero ¿qué mensaje envías al enemigo cuando lo tumbas con una piedra bien lanzada y un grito de ‘¡anda a cagar, Putin!’?”
Una visión geoestratégica alternativa
Analistas internacionales señalan que España busca así posicionarse como “la conciencia ecológica del belicismo occidental”, abogando por una guerra “más humana, más artesanal, casi de feria medieval”.
Fuentes no confirmadas aseguran que el próximo paso será una alianza táctica con Portugal para desarrollar una catapulta alimentada por bacalao seco, y que se están haciendo pruebas con boomerangs reconvertidos fabricados en Albacete.
Mientras tanto, la OTAN agradece la ayuda y ha reservado una sala específica para guardar “las cosas de España”, justo entre el arsenal letal de Turquía y el stock de chocolatinas noruegas para misiones de rescate.
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