
Ante el Éxito de las Protestas, La Próxima Vuelta Ciclista España se Celebrará en Gaza
- El recorrido incluirá 14 checkpoints, 3 zonas de bombardeo y un avituallamiento en una embajada en ruinas.
- Los organizadores prometen “una experiencia explosiva” para corredores, espectadores y diplomáticos.

La Vuelta Ciclista a España 2026 abandonará por completo el territorio nacional para celebrarse íntegramente en la Franja de Gaza, “una región donde el conflicto no es solo político, sino también deportivo”, según reza el comunicado oficial emitido por los organizadores mientras eran evacuados por tercera vez esta semana.
La decisión llega tras el indiscutible éxito de las protestas pro‑Palestina durante la edición de 2025, que logró lo que ni la lluvia, ni la DGT, ni el aburrimiento eterno del ciclismo profesional habían conseguido: parar la carrera. Y no una, sino varias veces.
“Si lo que quieren es visibilidad, vamos a dársela toda”, declaró Javier Guillén, director de la Vuelta, desde un búnker insonorizado. “Este año nos cortaron la carretera con pancartas. El año que viene será con tanques. Nadie va a decir que el ciclismo no toma partido.”
Un recorrido lleno de emociones (y metralla)
El trazado provisional incluye tramos históricos como “La Cuesta del Muro” (literal) o el famoso “Puerto de Rafah”, con un desnivel positivo de 40 años de ocupación. La cronoescalada final será desde un túnel hasta el despacho improvisado de un mediador de la ONU. Se prevén bonificaciones de tiempo por esquivar drones.
“Nosotros pedíamos boicotear al equipo israelí, no montar la final en una zona de guerra”, aclaró un manifestante desconcertado al enterarse de la noticia. “Pero bueno, esto también visibiliza. Y con suerte ya no ganará ningún noruego”, añadió.
Un pelotón confundido pero obediente
Los ciclistas han reaccionado con la resignación habitual del gremio: “Nos da igual dónde sea, mientras haya pasta y geles energéticos”, declaró un gregario del Bahrain Victorious mientras era abordado por una paloma con cámara de vigilancia.
Algunos corredores del equipo Israel‑Premier Tech, por su parte, ya han solicitado competir en modo remoto “por Zoom”, alegando que “el deporte no debería ser campo de batalla, salvo cuando nos interesa”.
Patrocinadores en retirada… y otros en llegada
Varios patrocinadores españoles han abandonado el proyecto, pero han sido rápidamente reemplazados por fabricantes de cascos militares, empresas de seguridad privada y una conocida marca de hummus con sede en Luxemburgo. “Si la guerra vende, el ciclismo puede ser la pasarela”, declaró un experto en marketing armado hasta los dientes.
Reacciones internacionales: una mezcla de sorpresa, sarcasmo y diplomacia
Desde Bruselas se ha calificado la decisión como “una performance artística de gran escala”. El Papa ha pedido “prudencia y bicicletas plegables”. En Estados Unidos, Biden confundió la noticia con una serie de Netflix y pidió verla “desde el principio”.
El gobierno español, preguntado por la medida, se limitó a declarar: “Es deporte. Y como todo deporte, será manipulado según convenga”.
Así, lo que comenzó como una protesta simbólica terminó convirtiéndose en la geopolítica más absurda jamás pedalada. Gaza acogerá La Vuelta. El deporte se internacionaliza, la protesta se institucionaliza y el ciclismo, ese noble arte de llegar el último después de haber trabajado como un esclavo para que otro gane, alcanza su cima definitiva: competir por la paz… en zona de guerra.
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