
La ONU Ofrece a Trump un Premio Nobel Imaginario de Juguete Para Que el Abuelo se Calle de una Vez
- El galardón, fabricado con piezas de Lego dorado, será entregado por un niño disfrazado de Kofi Annan
- Trump lo confunde con un Oscar honorífico y agradece a Melania, Dios y a sí mismo por “su brillante carrera en la paz mundial y en el cine”

Nueva York, Sede de la ONU — En un intento desesperado por calmar los berrinches diplomáticos de Donald J. Trump, la Organización de las Naciones Unidas ha decidido entregarle un Premio Nobel Imaginario de la Paz, fabricado enteramente con piezas recicladas de Lego dorado, brillantina no tóxica y el alma resignada de la diplomacia internacional.
“Llevamos años escuchando que debería haber ganado el Nobel por cualquier cosa: por mirar a Corea del Norte, por respirar en Oriente Medio, por tuitear en mayúsculas. Hemos decidido darle uno ficticio para que, por favor, pare ya”, declaró el Secretario General de la ONU, António Guterres, mientras trataba de no reírse delante de los periodistas.
La entrega tuvo lugar en una ceremonia improvisada durante la Asamblea General, justo entre una moción sobre el cambio climático y un taller de meditación para dictadores. El galardón fue presentado por un niño vestido con un traje grande y un bigote postizo, interpretando a un joven Kofi Annan, porque, según fuentes de la ONU, “si vamos a inventarnos premios, que al menos tenga coherencia estética”.
Trump, visiblemente emocionado —o desorientado por la falta de señal Wi-Fi en la sala— recibió el trofeo con ambas manos y, tras mirarlo durante quince segundos, exclamó: “¡Lo sabía! ¡Dos premios en un día! ¡Primero el Nobel de la Paz y ahora este Oscar por mi interpretación en la película ‘Salvar al Mundo Desde Mar-a-Lago’!”
Una ovación de nadie
El expresidente, acompañado por su esposa Melania, que se había disfrazado de Estatua de la Libertad para la ocasión, pronunció un discurso de aceptación de 48 minutos en el que agradeció a su peluquero, a “mis admiradores de Twitter falsos que sigo creyendo reales” y a “Dios, que claramente es republicano”.
Aunque el auditorio estaba prácticamente vacío —excepto por dos diplomáticos noruegos que no podían salir por protocolo y un gato callejero infiltrado—, Trump afirmó que había sido “una ovación ensordecedora y la más grande de la historia de la ONU, probablemente de la historia del universo”.
Al término de la ceremonia, el expresidente solicitó que se imprimieran billetes con su cara y que su Nobel se expusiera en el Museo de Historia Natural de Nueva York, justo entre el Tiranosaurio Rex y la sección de “cosas que casi existieron pero no del todo”.
Confusión, memes y diplomacia de peluche
La reacción internacional ha oscilado entre el estupor diplomático y la carcajada pública. En Twitter (ahora conocido como “X” pero aún odiado como siempre), las etiquetas #NobelDePlástico, #TrumpOscarPeace y #PremioConsoladorParaElLíder se volvieron tendencia en menos de una hora. El presidente francés Macron simplemente publicó un emoji de payaso. Angela Merkel, desde su retiro, escribió en un grupo de WhatsApp diplomático: “Les dije que no lo dejaran entrar”.
Rusia, por su parte, aprovechó para anunciar que también reconocerá oficialmente los premios imaginarios, y que Putin ha ganado cinco desde la mañana, incluyendo el de “Mejor Torero de Siberia”.
Un nuevo precedente
Fuentes dentro de la ONU temen que este acto siente un precedente peligroso. “Si le damos un premio imaginario a Trump, ¿qué le daremos a Bolsonaro? ¿Un Grammy por sonidos de la selva?”, se preguntó una traductora, mientras quemaba discretamente su acreditación de prensa.
Entretanto, Trump ya ha anunciado una gira internacional de “Paz y Cine”, donde mostrará su Nobel-Oscar de juguete y venderá réplicas firmadas por 999 dólares cada una, “con descuento patriótico incluido”.
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