
Tras la Aparición de Pedro Sánchez en la Revuelta; las Cadenas Adoptarán a un Político para Que Aparezca Random en un Programa
- Mediaset negocia que Yolanda Díaz reparta limones en ‘Supervivientes’ y Vox exige que Tamames tenga un cameo en ‘Cuarto Milenio’
- Se acabó la imparcialidad: ahora cada plató tiene su político de guardia, como un bombero pero con menos empatía.

El hito comunicativo que supuso la irrupción de Pedro Sánchez en el nuevo programa de David Broncano, La Revuelta, ha tenido consecuencias devastadoras para la ficción, el periodismo y la salud mental de la audiencia. Tras comprobar que el presidente puede aparecer sin aviso previo a las 22:03 de un martes para hablar de regeneración democrática y pisto manchego, las cadenas de televisión han decidido institucionalizar el caos.
Desde la semana que viene, todos los programas en prime time contarán con la aparición aleatoria de un político asignado por sorteo ponderado, como el draft de la NBA pero con trajes mal cortados y cero promesas creíbles. “La política debe volver al pueblo, pero sin avisar. Como los sustos buenos,” ha declarado José Manuel Lobo, portavoz de la Asociación de Programación Estratégica y Telegenia.
Feijóo: entre Vallés y las hormigas
El primero en estrenar esta nueva modalidad será Alberto Núñez Feijóo, quien tendrá un «espacio aleatorio de interludio» en Antena 3. Podrá irrumpir sin previo aviso entre el informativo de Vicente Vallés y El Hormiguero, con opción a quedarse a jugar con las hormigas Trancas y Barrancas si imputan a alguien del PSOE ese día.
“Nos gusta su energía de señor que lleva PowerPoint en un pen con forma de bandera de Galicia,” han declarado desde Atresmedia. Las apuestas indican que su primera intervención incluirá un discurso sobre el sentido de Estado mientras Pablo Motos intenta freír jamón de bellota con un lanzallamas.
Abascal, estrella invitada en ‘El Gato al Agua’ y otras pesadillas
Santiago Abascal ha optado por no disimular. Se ha adjudicado El Gato al Agua como residencia habitual, donde podrá aparecer por sorpresa, aunque se sospecha que vive allí desde 2016. También tendrá intervenciones esporádicas en Pesadilla en la Cocina, donde se limitará a gritarle a cocineros peruanos sobre la pureza de la tortilla española.
Desde Vox han exigido que Ramón Tamames tenga un cameo en Cuarto Milenio como «ente que susurra constituciones de madrugada», pero Iker Jiménez ha pedido tiempo para «consultarlo con su ouija legal».
Ayuso rechaza el sistema: «Ya salgo en Telemadrid cada vez que me sale del coño»
Isabel Díaz Ayuso ha declinado la oferta de adopción televisiva. “No me hace falta. Tengo más minutos en Telemadrid que los documentales de leones en La2,” ha declarado mientras inauguraba una UCI en una rotonda de Vallecas.
Fuentes cercanas aseguran que Ayuso estudia crear su propio late night con monólogos inspirados en Ortega Smith y música en directo de Taburete, bajo el nombre provisional de «Madrid me la suda con Isabel».
Yolanda Díaz, rumbo a Honduras
Mediaset, por su parte, ha confirmado negociaciones para enviar a Yolanda Díaz a Supervivientes. Según la productora, «aportará equilibrio, feminismo pop y un nuevo enfoque sobre el uso de limones como moneda alternativa».
“La idea es que Yolanda sustituya a los coaches de liderazgo y reparta consejos de sororidad mientras hace fuego con un manifiesto de Sumar,” indican fuentes de la cadena. La ministra ha respondido con un críptico emoji de flama y una frase que nadie ha entendido: «menos institucionalidad, más cocotero social».
La televisión como simulacro de democracia
Expertos en comunicación, psiquiatrías y espiritismo han coincidido en que este modelo televisivo es el paso lógico en un ecosistema donde la política ya es entretenimiento, la verdad es un lujo vintage y los debates electorales se deciden por aplausómetro.
«Es la evolución natural de la democracia performativa. Si todo es show, los políticos deben aprender a hacer breakdance, cocinar con prisa y cantar en autotune mientras discuten sobre deuda pública», afirma el politólogo Ramón de la Jungla.
De momento, la audiencia ha respondido con entusiasmo o desorientación, según el nivel de politización neuronal de cada espectador. “Es una pena que Churchill no viviera para ir a Pasapalabra,” ha escrito alguien en X, junto a un gif de José Bono disfrazado de Pikachu.
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