España Amenaza con Volver a Enviar a Melody a Eurovisión si Permiten Participar a Israel
- Si Israel entra, nosotros metemos a Melody otra vez (aunque cante en hebreo)
- “Si ellos entran con bombas, nosotros con panderetas”, afirma el ministro de Cultura mientras ensaya palmas sordas
España ha sacado su artillería diplomática más temida: Melody, la niña de los gorilas, devenida en adulta funcional con vibrato. En una inesperada (y quizás innecesaria) rueda de prensa convocada desde un tablao improvisado en el Congreso, el Ejecutivo anunció que si Israel no es vetado de Eurovisión 2026, España responderá enviando de nuevo a Melody, esta vez “sin frenos, sin censura y sin afinador digital”.
“¿Queréis conflicto? Pues tomad rumba vengativa”, declaró un eufórico ministro de Cultura, que apareció vestido de lentejuelas y con un pinganillo con forma de paloma de la paz.
De boicot diplomático a bombardeo musical
El boicot europeo a Israel, alimentado por las críticas a su intervención militar en Gaza, ha provocado un terremoto cultural: países como Islandia, Irlanda y Noruega ya han amenazado con retirarse del festival si se admite la participación israelí. España, sin embargo, ha ido más allá: “O la EBU se pone seria, o nosotros mandamos a Melody con coreografía de castigo y flamenquito geopolítico”.
La amenaza ha generado inquietud en el seno de la organización. “Preferimos una guerra convencional antes que otra actuación española con abanicos de LED”, confesó bajo anonimato un directivo europeo. “La última vez que Melody cantó, Croacia estuvo sin electricidad dos días”.
Operación Remelodización Forzada
Según documentos filtrados por el sindicato de técnicos de sonido de RTVE, el plan se conoce internamente como “Operación Re-Melody”, y consiste en devolver a la artista sevillana a Eurovisión sin importar las consecuencias diplomáticas. Se barajan varios formatos: balada flamenca antiimperialista, techno-fandango con subtítulos en arameo, o incluso una colaboración con un holograma de Camilo José Cela tocando el cajón.
El Gobierno ha ofrecido a Melody un pasaporte diplomático, una indemnización por daños culturales y un kit de autotune portátil para emergencias. La artista, por su parte, ha dicho estar “lista para darlo todo por la patria y un poquito más por la promo”.
Las redes arden: memes, debates y amenazas de Finlandia
La reacción popular ha sido inmediata. En redes sociales se acumulan los memes: desde Melody disfrazada de cúpula de hierro hasta un montaje donde canta «No me pises que llevo varas» en hebreo bíblico. Un usuario escribió: “Si nos tiran misiles, que sientan lo que es recibir una estrofa modulaíta en la cara”.
Mientras tanto, Finlandia ha emitido un comunicado de emergencia: “Si España reenvía a Melody, nosotros mandamos a Lordi otra vez, pero con coros infantiles y mensaje vegano”.
Incluso Israel ha respondido con sarcasmo. Un portavoz del Ministerio de Exteriores declaró: “Nos ofende más otra actuación española que todas las sanciones de la ONU juntas”.
¿Y si gana?
Una hipótesis temida por todos —menos por los organizadores del Benidorm Fest— es que España gane. En ese caso, Eurovisión 2027 se celebraría en Málaga, en un polígono industrial habilitado como “Macro-Caseta Oficial”. Se rumorea que ya hay planes para que los votos del jurado se anuncien en directo desde El Rocío, acompañados de un tamborilero y traducción simultánea al esperanto.
En resumen, España ha dejado claro que si Eurovisión permite la entrada de Israel, nosotros entramos con nuestra arma más letal: una sevillana con brillo, traumas de infancia mediática y una capacidad vocal capaz de fracturar tratados internacionales. Que se preparen en la EBU: esto ya no es un festival, es una guerra de estilos. Y si hace falta, Melody canta encima de un tanque, hace palmas con cascos azules y lanza agudos que desestabilizan la diplomacia continental. Porque si Europa no nos quiere por nuestras ideas, que nos tema por nuestras coreografías.
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