«Andor(ra)»: la Fuerza Fiscal Que la Galaxia No Sabía que Necesitaba

  • El spin-off galáctico que mezcla Star Wars, la Agencia Tributaria y las rebajas de esquí en un mismo plano.
  • Sables de luz que desgravan y persecuciones con forfait: Disney+ lo vuelve a hacer (pero esta vez con contabilidad B).

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Cuando Disney+ anunció Andor(ra), muchos pensaron que se trataba de un error tipográfico. Otros creyeron que era un documental sobre las pistas de esquí del Pirineo. Sin embargo, lo que ha llegado a nuestras pantallas es la primera space-opera tributaria de la historia: una mezcla improbable de Star Wars, comedia fiscal y turismo de interior que está dividiendo a la crítica… y a los inspectores de Hacienda.

La serie arranca cuando Cassian Andor, fugitivo rebelde, huye de la opresión imperial y se refugia en Andorra, donde descubre que los Sith jamás pudieron conquistar el territorio porque “nadie entiende su sistema impositivo”. A partir de ahí, Andor y un grupo de contrabandistas de facturas se dedican a misiones cada vez más absurdas: liberar facturas atrapadas en carpetas de Excel, hackear cajas registradoras que emiten tiques ilegibles y encontrar un gestor que coja el teléfono antes de fin de trimestre.

“Queríamos que el espectador sintiera el suspense de una persecución en trineo mientras se discute sobre el IVA intracomunitario”, declaró su creador ficticio, Jonás Facturier, en una entrevista a El Periódico del Contrabando. “Es la serie que surge cuando te preguntas qué pasaría si la Estrella de la Muerte fuera, en realidad, la sede central de la Agencia Tributaria galáctica”.

El sable láser como deducción de empresa

Uno de los gags recurrentes más celebrados es el sable láser que Cassian presenta como “material de oficina” para desgravar. La trama incluso introduce un nuevo tipo de Jedi: los Auditores de la Fuerza, monjes contables que usan sus poderes para detectar gastos falsos y para convencer a los stormtroopers de que “esto no es la declaración trimestral que buscas”.

En el episodio 3, una persecución en trineo con droides fiscales acaba con el villano principal —el inspector Darth Retentus— cayendo en una pista roja sin forfait válido. Una metáfora, según la crítica, sobre la fragilidad del sistema recaudatorio frente al turismo de esquí.

El público, dividido entre la risa y la confusión

Mientras en redes sociales algunos celebran la frescura de la propuesta —“es como si La que se avecina y El Imperio contraataca tuvieran un hijo en un paraíso fiscal”—, otros critican que el ritmo de la serie se ralentiza demasiado cuando los protagonistas tienen que rellenar formularios.

La polémica creció en Andorra real, donde las autoridades han emitido un comunicado aclarando que “ningún droide gestor opera actualmente en nuestro territorio” y que “la velocidad de la luz no exime del pago de la tasa turística”.

Cameos y guiños ocultos

Para los fans más atentos, Andor(ra) está llena de guiños. Aparece un Yoda jubilado viviendo en un apartamento con vistas a Kaldea, cobrando la pensión mínima gracias a una sociedad pantalla. También, un cameo de Chewbacca trabajando como monitor de snowboard y cobrando en efectivo “para no dejar rastro galáctico”.

La serie culmina en un final épico donde la rebelión presenta su declaración anual y, tras horas de tensión, consigue que el sistema online no se caiga. Es el clímax emocional que nadie esperaba, acompañado por una banda sonora de John Williams versionada con campanas de iglesia y calculadoras Casio.

En definitiva, Andor(ra) es una sátira absurda pero sorprendentemente precisa sobre lo que sucede cuando una galaxia muy, muy lejana descubre las ventajas fiscales de un microestado. Puede que no cambie tu visión del universo, pero al menos te hará revisar tus facturas.


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