España Invertirá el 5 % del PIB para Hacer Presidente de la OTAN a Pedro Sánchez y Echar a Estados Unidos del Tratado Atlántico
- Sánchez planea presidir la OTAN con ayuda de churros, gasto militar y una playlist de Rosalía.
- España pasa del “somos aliados” al “ahora mandamos nosotros y os vais todos a paseo”.
MADRID — España ha decidido que ya está bien de ser un miembro modesto en la OTAN, y ha anunciado su intención de aumentar su gasto en defensa hasta el 5 % del PIB, pero no por presión de Trump ni por amor a la paz mundial. No. Lo hace para colocar a Pedro Sánchez como presidente de la OTAN y, de paso, expulsar a Estados Unidos del Tratado Atlántico por “intensitos”.
Según un documento que no existe pero que ya circula en los bares de Chamberí, la operación ha sido bautizada como «Plan GAZPACHO» (Golpe Atlántico Zambombazo Pedro A Cargo Hasta Orden nueva), y pretende reformular la geopolítica occidental al grito de: “Europa para los europeos y la Alianza para el más guapo”.
Donald Trump lo empezó, España lo acabará (y con estilo)
Todo comenzó cuando Donald Trump, ese hombre que parece una mezcla entre una empanadilla de atún y un algoritmo desconfigurado, declaró que si España no se pone las pilas con el gasto militar, debería ser expulsada de la OTAN “y punto, fuera”. A lo que el Gobierno español respondió en voz baja: “¿Que nos echen? ¡Pues nos quedamos y echamos nosotros!”
Fuentes cercanas al Ministerio de Defensa aseguran que Sánchez, tras oír las declaraciones de Trump, se levantó de la siesta, se ajustó la americana azul marino y dijo: “¿Ah, sí? Pues ahora vais a ver lo que es una contraofensiva de charanga.”
El nuevo presupuesto incluye:
- 200 tanques marca SEAT León reconvertidos,
- Misiles tierra-tapa con sistema de guiado por GPS de Google Maps,
- Aviones de combate decorados por Agatha Ruiz de la Prada,
- Y un submarino autónomo que solo emerge para cantar el himno a lo Raphael.
Un nuevo liderazgo basado en liderazgo nuevo
El objetivo no es solo militar, es espiritual. España quiere cambiar la cultura OTAN. Nada de frases tipo “defender la democracia occidental”. Ahora se habla de “montar una OTAN más inclusiva, donde todos beban tinto de verano y aprendan a decir ‘vale, tronco’ con propiedad”.
Pedro Sánchez asumiría la presidencia vitalicia de la OTAN con el cargo honorífico de «Comandante Supremo del Buen Rollo», rodeado de asesores estratégicos sacados del Benidorm Fest y de ministros vestidos como extras de La Casa de Papel.
“Con Pedro, la OTAN no solo disuade conflictos: también pone temazos y mejora el cutis internacional”, afirmó un portavoz ficticio mientras ponía incienso en una sala de prensa imaginaria.
Adiós Estados Unidos, no te vamos a echar de menos
El punto más controvertido del plan —y por “controvertido” queremos decir “demente”— es la expulsión simbólica de Estados Unidos de la OTAN por “haber sido un poco tóxicos desde siempre”.
“Lo sentimos, pero la América de Trump no pega con nuestro feng shui estratégico”, dice el memorándum filtrado por un repartidor de Telepizza que entró accidentalmente a una reunión del Consejo de Seguridad Nacional.
La idea es simple: Estados Unidos fuera, y en su lugar entra Portugal con un pack de Fado y diplomacia chill. Canadá se queda, pero solo si promete no hablar durante las cumbres.
Reacciones: Europa aplaude en silencio, Washington manda un emoji
La UE, que en general reacciona como una señora mayor a la que todo le da igual mientras no le quiten la merienda, ha emitido un comunicado diciendo: “A ver qué pasa. Total, peor no podemos estar”.
En Estados Unidos, Biden preguntó: “¿Qué es un Pedro Sánchez?” mientras su equipo buscaba en Wikipedia. El Pentágono, por su parte, activó el protocolo de “ignorar y esperar que sea broma”, aunque algunos generales ya estarían aprendiendo sevillanas “por si acaso”.
El futuro es hoy, pero con chistes malos y pólvora española
España avanza, pues, hacia un futuro donde las reuniones de la OTAN incluyen karaoke, siestas oficiales y sanciones en forma de dejar de seguirte en Instagram. La democracia atlántica ya no será una cuestión de fuerza, sino de saber usar el abanico geoestratégico con gracia.
El mundo cambia, amigos. Y si alguien no lo entiende, que lo consulte con Pedro. Él ya está diseñando su despacho en Bruselas con forma de tablao flamenco, donde el botón nuclear estará dentro de una aceituna.
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