
Europa Respira Mejor. Europa Impone Tope Semanal de Flatulencias en Zonas de Bajas Emisiones
- La UE estudia asignar “bonos de pedo” mensuales con códigos QR para evitar la evasión gaseosa.
- Clases de retención anal, urinarios de metano y pantalones inteligentes: la nueva vida en la ciudad sostenible.

Bruselas | Redacción Esto Es Mentira
Después de limitar los coches, las calefacciones, las pajitas y hasta las ganas de vivir, la Unión Europea ha dado un paso más en su cruzada contra todo lo que emite algo: ha aprobado una directiva que regulará el número de pedos que cada ciudadano podrá tirarse dentro de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Sí, lo ha hecho. No es una metáfora. Es literal. Bruselas limitará el pedo libre.
La nueva norma, bautizada como “Flatulence for Future”, incluirá un sistema de control ciudadano basado en cuotas semanales de emisiones analíticas. Cada residente tendrá derecho a 14 pedos por semana, con posibilidad de acumularlos si no se usan (“crédito de metano no utilizado”). El que se exceda será sancionado con multas de hasta 320 euros, o, en casos reincidentes, con la obligación de hacer trabajos comunitarios en cabinas aromatizantes.
Pantalones inteligentes con sensor de escape
Las autoridades ya han anunciado el lanzamiento de los PantAnalux®, unos pantalones inteligentes con sensores de presión, olor, decibelios y trazabilidad de metano. Serán obligatorios para circular por las ZBE y estarán conectados por Bluetooth al sistema de vigilancia “PedoNet”, que detectará en tiempo real cada flatulencia y la geolocalizará para elaborar mapas de riesgo.
“Las zonas de bajas emisiones no pueden ser campos de batalla intestinal”, declaró con contundencia la comisaria de Sostenibilidad Respiratoria, Franziska Kohl. “Nos hemos acostumbrado a la impunidad gaseosa. Es hora de responsabilizarnos de nuestros orificios.”
Aplicación oficial: PedApp
El sistema se coordinará a través de una app llamada PedApp, donde los ciudadanos podrán consultar su saldo de pedos, activar “modo discreto” (con una pequeña penalización en créditos), y ver estadísticas comunitarias como “nivel de pestilencia por barrio” o “ranking de ciudadanos menos flatulentos del mes”.
También permitirá emitir pedos certificados, es decir, aquellos que, por causas médicas o accidentes alimentarios, puedan ser validados como “emisión inevitable”.
Excepciones y zonas de alivio
La normativa contempla excepciones en hospitales, funerales, conciertos de death metal y en los “Refugios de Descarga Emocional”, cabinas insonorizadas con ventilación activa, donde los ciudadanos podrán evacuar sin miedo ni juicio.
Además, se habilitarán zonas de pedo controlado en los parques, con bancos especialmente diseñados con extractores anales silenciosos y ambientador integrado. Serán reconocibles por tener esculturas de esfínteres de bronce.
¿Y el turismo?
Los turistas deberán descargarse el “PedoVisa” y tendrán derecho a 5 pedos de cortesía al llegar al país. En caso de excederse, serán redirigidos al “Aeropuerto de Reemisión”, donde podrán canjear su exceso por productos de la marca “Aliento Verde”: yogures anaflatulentos, chicles de carbón vegetal o tapones rectales biodegradables.
El mercado negro de pedos
Economistas advierten que podría surgir un mercado negro de créditos de pedo. Se rumorea ya la existencia de mafias intestinales que compran los créditos no usados de monjas y veganos para revenderlos a camioneros y fans del chili con carne.
Incluso se ha detectado la existencia de criptopedos, una nueva forma de activo digital respaldado por emisiones no realizadas.
Resistencia ciudadana
La plataforma “Sopla Europa” ha convocado una manifestación masiva bajo el lema “¡No nos callaremos el culo!”. Prometen hacer una sentada silenciosa en Bruselas, seguida de un gran “resoplido colectivo”.
Entre los asistentes, el filósofo francés Jean-Pierre Derrière ha declarado: “El pedo es la última forma de expresión auténtica del cuerpo. Si no podemos soltarlo, ¿qué nos queda? ¿Tuits?”
Conclusión
Con la entrada en vigor de esta norma, Europa da un paso más hacia el control total de los cuerpos. Si ayer fue el coche, hoy es el culo. Y mañana… quizá el bostezo.
En cualquier caso, recuerde: respire, camine… y si siente que viene uno, apriete. Por el planeta.
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