
El Gobierno Gravará con un Impuesto Todas las Operaciones de Truco o Trato por Halloween
- La Tasa TTT convierte la noche más aterradora del año en una pesadilla fiscal para niños y padres contribuyentes.
- El nuevo Modelo 666 y la app Hallowtasa permitirán al Estado controlar cada gominola recibida entre los 5 y los 14 años.

Madrid, 11 de octubre – Lo que empezó como una fiesta de disfraces y chucherías se ha convertido, por obra y gracia del Ministerio de Hacienda, en un calvario administrativo con caramelos.
El Gobierno ha anunciado la implantación de la Tasa de Truco o Trato (TTT), un impuesto específico para todas las actividades relacionadas con el tradicional “truco o trato” del 31 de octubre. “El objetivo no es recaudar —mentimos—, sino **participar de forma activa y realista en Halloween. Y qué mejor forma que hacer de la fiesta un infierno fiscal, como manda la tradición demoníaca”, explicó la ministra María Jesús Montaraz mientras firmaba el decreto con tinta de regaliz negro.
La medida afectará a todos los menores entre 5 y 14 años, considerados ahora como “sujetos festivos tributables” por la Agencia Estatal de Gestión del Terror Azucarado.
El infierno se llama Modelo 666
A partir de este año, los niños deberán presentar el Modelo 666, una declaración detallada de todas las golosinas obtenidas durante la jornada. El formulario incluye secciones como:
- Clasificación de chuches por consistencia (blanda, crocante, sospechosa)
- Origen del dulce (vecina jubilada, supermercado, señora que te da castañas sin preguntar)
- Valor estimado de mercado en el mercado negro de patio de colegio
La Agencia Tributaria ha habilitado la app oficial “Hallowtasa”, donde los menores podrán escanear su botín, subir selfies con sus víctimas fiscales, y declarar en tiempo real desde cualquier portal. La app incluye además un detector de tacaños y un mapa de zonas con baja tributación pero alta densidad de gominolas.
Multas, sanciones y padres llorando en silencio
Aunque los niños son los que piden, serán los padres los responsables fiscales directos en caso de incumplimiento. El Gobierno ha definido ya el régimen sancionador:
- 50€ de multa por cada chicle no declarado con tatuaje
- Embargo preventivo de consolas si el menor oculta más de 200 gramos de azúcares refinados
- Obligación de acompañar al hijo vestido de notario durante la recogida de caramelos el año siguiente
- Cursos de reeducación fiscal impartidos por la Guardia Civil de Disfraces
“Si tu hijo evade, tú pagas. Así se fomenta el diálogo familiar, el miedo y la colaboración tributaria”, aseguró un portavoz con capa y maletín.
Oposición: “Un Gobierno que grava Halloween está poseído por el demonio de la Agencia Tributaria”
Las reacciones no se han hecho esperar. El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado duramente la medida en una comparecencia improvisada desde una tienda de disfraces de Ourense:
“Este Gobierno ha pasado de asustar a los mercados a asustar a los niños. ¿Qué será lo próximo? ¿IVA reducido para los fantasmas? ¿IRPF para las calabazas? Esto no es una política fiscal, es una ouija presupuestaria”.
Desde Vox, Santiago Abascal ha sido más contundente, advirtiendo de las consecuencias metafísicas del impuesto:
“Están convirtiendo Halloween en un ritual bolivariano de sumisión fiscal. Los caramelos deben ser patriotas, y las fiestas, nacionales. ¿Qué será lo próximo? ¿Pedir el IVA por cada hostia consagrada en Semana Santa? ¿Multar a los niños por no declarar una rosquilla del Día del Pilar? ¡Basta ya! ¡Defendamos la gominola libre y cristiana!”
Por su parte, Mariano Rajoy, reaparecido por sorpresa disfrazado de fantasma, ha intervenido con su habitual estilo de retórica circular:
“Es el vecino el que elige al alcalde, y son las chuches del alcalde el que quiere que sean lo vecinos del alcalde y sus chuches sin impuestos”.
En ese momento ha echado la cabeza atrás y se le han quedado los ojos en blanco, como si hubiera sido poseído por un fantasma de Halloween.
Hacienda lo tiene claro: o pagas, o te disfrazas de contribuyente
Pese a las críticas, el Gobierno mantiene su postura. “Halloween representa el caos, el terror y la oscuridad. Nos parecía incoherente que no tuviera un sistema fiscal complejo, arbitrario y aterrador. Ahora sí lo tiene”, concluyó la ministra Montaraz mientras bebía sangre de granadina y ojeaba la Ley General Tributaria.
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