
Tras la Caída de Bayrou, Macron Busca Primer Ministro en Wallapop
- Macron hojea fantasías y ofertas difíciles de creer; ¿una esfinge multicolor o el espíritu de De Gaulle en patinete?
- Mientras Bayrou se va a Pau, el Elíseo pone en venta el cargo más ingobernable: estreno en Wallapop, envíos a toda la República.

PARÍS. 9 de septiembre de 2025. El presidente Emmanuel Macron ha corrido a refugiarse en sus grupos de WhatsApp más creativos: necesita encontrar primer ministro… y lo está buscando en Wallapop. Porque después de la humillación épica de François Bayrou —derrotado 364‑194 en la moción de confianza tras apenas nueve meses en Matignon— la situación política francesa exige soluciones tan absurdas que cualquier candidato humano parece ya pasado de moda.
Con Bayrou dimitiendo y el país al borde del caos institucional, Macron ha desplegado una estrategia inédita: postear el cargo más deseado (o maldito) en la plataforma de segunda mano más trendy del momento. “Se vende puesto de primer ministro de Francia. Estado mínimo incluido, crisis perpetua garantizada”, reza el anuncio. A cambio, el Elíseo ofrece un “descenso en la deuda (opcional), peinado glamuroso y medalla de salvador republicano en tamaño micro” —todo por una oferta razonable. ¿Consecuencia? Ya hay 57 mensajes de aspirantes tan pintorescos como desconcertantes.
La lista de pretendientes se vuelve dantesca:
- Un mimo callejero de Lyon: promete gobernar sin hablar, para evitar debates estériles y ahorrar en discursos. “Además”, dice, “¿quién va a escucharme en voz baja?”, añade con gesto hierático.
- Una influencer que vende macarons desde Toulouse: ofrece “incoming trending policies, sweet and pastel”, junto con un tutorial en TikTok de cómo explicar recortes en un idioma kawaii y viral en 30 segundos.
- Un profesor de filosofía jubilado que propone nombrarse a sí mismo como ministro fantasma hasta que los partidos se olviden de las mayorías y se cansen de exigir coherencia.
- Una cabra (sí, una cabra real) registrada como “Juan Cabra, MBA (Mitigating Budget Angst)”: viene equipada con cuernos disuasorios, ideal para remover la deuda pública con cabezazos. Su tarifa: sólo heno y libertad para pastar en los jardines del Elíseo.
La tragedia es que Francia corre un riesgo real: con una deuda pública que sobrepasa el 113‑114 % del PIB y el ingreso de Marine Le Pen y Jean‑Luc Mélenchon apretando desde ambos extremos del ring político, el colapso institucional es casi una broma cruel.
En este contexto, Macron prefiere subastar el cargo antes que repetir el error de nombrar a otro tecnócrata sin visibilidad ni magia.
En Wallapop, las pujas suben sin control. Ya hay licitaciones desde 100 euros (de un comediante que promete un gobierno “tipo cabaret”) hasta 10.000 euros (una oferta anónima que simplemente dice “te lo quito de las manos —literalmente— solo para verlo arder desde dentro”).
Fuentes del Palacio aseguran que Macron está evaluando seriamente las ofertas: “más vale un mimo que hable con gestos que un político que solo sabe prometer y no hace nada”, habría dicho el presidente al equipo de protocolo. Incluso se rumorea un plan alternativo: que el próximo primer ministro se elija por votos de los ciudadanos vía encuesta en TikTok, con filtros, emojis y música de fondo.
Conclusión: Francia ya no necesita un primer ministro. Lo que necesita es un espectáculo, algo que unifique… aunque sea en la risa o el estupor. Y si ese nuevo “elegido” acaba siendo una cabra con MBA, pues que sea. Al menos alguien asumirá que la democracia francesa se ha convertido en el mayor circo ideado desde De Gaulle.
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