Dice Sánchez que la Preocupación de Feijoo por las Saunas Gays de su Suegro, Levanta Sospechas

  • “Un cuento de saunas, chismes y papeles secretos: ¿quién habló primero y por qué todos esperan los aplausos?”
  • “Cuando el Congreso se convierte en recreo de colegio y un susurro sobre saunas se vuelve juego de tronos ridículo.”

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Armando Copypaste


En un Congreso que podría ser la clase más estrafalaria del recreo, el señor Feijóo se ha levantado con aire de frota-pizarra y ha soltado: “¿De qué saunas ha vivido usted?” en alusión indirecta a unas saunas que, según algunos, eran dirigidas a hombres gays. Todo con un tono tan solemne que, en vez de espantar palomas, espantó al niño sin merienda que llevaba esperanza de aplausos.

La noticia, que ha encendido linternas en cada pupitre político desde julio de 2025, tiene un origen bastante rocambolesco. Resulta que el suegro de Sánchez, Sabiniano Gómez —fallecido en 2024— fue vinculado por el comisario Villarejo a una red de saunas y locales para swingers que, según los informes, incluían gente gay y también prostitución femenina. Pero, atención: en 2024, la Audiencia Nacional aclaró que esas saunas eran “actividades privadas lícitas” y criticó el uso político del caso.

Como cuando un niño acusa a otro sin pruebas, el PP ha tirado de consignas y preguntas parlamentarias sobre la procedencia del piso donde vivieron Sánchez y su familia, insinuando que pudo ser pagado con ganancias de esas saunas.

Mientras tanto, los medios internacionales como The Times han puesto el grito en el cielo (más bien el sonajero), diciendo que “Sánchez vivía de los burdeles gays de su suegro”, lo cual puso al niño en primera fila del recreo mediático.

Durante un momento particularmente confuso del debate parlamentario, Pedro Sánchez se detuvo, levantó una ceja con estudiada ironía, y soltó:

“Señor Feijóo, lleva usted más tiempo hablando de saunas gays que de los presupuestos. Empiezo a preocuparme. No por las saunas, sino por usted.”

El Presidente, con media sonrisa y el tono de quien suelta una bomba con azúcar glas, añadió:

“De verdad, Alberto… si le dan tanto morbo, vaya. No pasa nada. En 2025 no estamos para escandalizarnos por un poquito de vapor y afecto masculino. Lo que sí escandaliza es que lo convierta en argumento político.”

Y remató, ante las risas contenidas del hemiciclo:

“Mire, si quiere, le consigo un bono mensual. Pero por favor, deje de proyectar sus inquietudes personales sobre mi suegro, que ya no está para defenderse… ni para abrir vestuario.”

Las respuestas de Feijó no se han hecho esperar:

“Mire, yo he visitado muchas saunas… por trabajo, evidentemente. Y ninguna tenía una sala VIP llamada ‘La Transición’. ¿Qué clase de mensaje subliminal se esconde ahí, señor Sánchez? ¿Qué nos están cociendo?”

“¿Usted sabe lo que es entrar en una sauna y oír a alguien susurrar ‘Plan de Recuperación’? Yo sí. Y no, no me lo estoy inventando. Hay vapor que huele a subvención.”

“Señor Sánchez, si no tiene nada que ocultar… ¿por qué no me invita a la sauna? Vayamos usted y yo, cara a cara, toalla a toalla. Si no sale la verdad ahí, no saldrá nunca.”


Epílogo: El sudor eterno del Presidente

Lo peor de este escándalo no es que sea ridículo, ni que tenga más lagunas que una sauna mal sellada. Lo peor es que no va a morir jamás.

Aunque el suegro de Sánchez haya fallecido, aunque la Audiencia Nacional diga que todo fue legal, aunque los fantasmas de Villarejo decidan finalmente tomarse vacaciones… la sauna seguirá ahí. Como metáfora, como meme, como excusa. Una sauna que no se enfría, donde cada invierno electoral se convierte en una primavera húmeda de insinuaciones tibias.

Sánchez podrá dejar la política, mudarse a Islandia o hacerse monje zen. No importará. En cada entrevista le preguntarán: “Presidente, ¿usted cree que el vapor del pasado aún empaña su legado?”

Y él suspirará, con la dignidad empapada:

Miren, si después de 12 años lo más grave que pueden decir de mí es que mi suegro tenía una sauna, entonces no soy yo el que está en problemas… son ustedes los que necesitan urgentemente una ducha fría… y un argumento nuevo. En la vida uno elige muchas cosas: su partido, sus batallas, incluso su peluquero. Pero lo que no elige es si su suegro abre una sauna.

Porque en España, la política no se cuece a fuego lento. Se cocina al vapor.


Aviso: Sátira 100%. Hechos 0%. Cualquier parecido con la realidad es un chiste. No es información, es humor. Ríe, duda y no pidas la factura. Si se parece a la realidad, es culpa de la realidad. Cualquier coincidencia es casualidad… o karma.


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  • Política Ficción

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