

En un giro político que ha dejado atónitos a constitucionalistas, independentistas y ludópatas por igual, el expresident Carles Puigdemont y el jefe de la oposición catalana, Salvador Illa, se han reunido en secreto en una peña de jubilados de Bruselas para jugar una partida de butifarra. Fuentes cercanas aseguran que el encuentro fue tan tenso como una cumbre del G7, pero con menos protocolo y más gritos de «trumfo!».
La butifarra, ese juego de cartas autóctono que convierte a cualquier tertulia en una guerra psicológica, fue el escenario elegido para «romper el hielo» entre ambos líderes, aunque algunos sospechan que era simplemente una excusa para intercambiar cromos de concesiones políticas sin levantar sospechas.
«Hemos venido a jugar, no a pactar», aseguró Illa con una sonrisa ladeada mientras barajaba las cartas con manos de tahúr. «Pero si Puigdemont canta envit, yo no me achico». El expresident, por su parte, llegó con una baraja personalizada en la que los oros llevaban impresas estelades y los bastos eran porras de los Mossos.
Feijóo propone parchís y lo ignoran como a un cuñado en Navidad
Al enterarse del encuentro, Alberto Núñez Feijóo propuso unirse a la reunión con una alternativa «más inclusiva y menos regionalista»: el parchís. «Es un juego de todos los españoles, como la Guardia Civil o el Fari», declaró mientras sostenía una caja desgastada del juego, con fichas marcadas con las siglas de cada comunidad autónoma. Sin embargo, ni Puigdemont ni Illa respondieron a su invitación. «Le dejamos en visto en el grupo de WhatsApp. Creímos que era una broma», comentó una fuente próxima a la partida.
Sánchez solo juega al Cluedo (Edición Gobierno Progresista)
Desde Moncloa, Pedro Sánchez también se desmarcó del evento. «La butifarra es demasiado directa y el parchís demasiado infantil. Yo prefiero el Cluedo, donde uno puede pasarse horas culpando a otros sin consecuencias reales», afirmó el presidente. Según fuentes del PSOE, Sánchez está diseñando una versión propia del juego con cartas como «Ministro de Sanidad con cuentas en Andorra», «Subsecretario que desaparece tras licitación» y «Sospechoso habitual: un primo de Begoña».
Tutorial de Butifarra para No Iniciados (o Madrileños)
La butifarra es un juego de cartas por parejas que combina estrategia, memoria y capacidad de mentir sin pestañear. Gana el que mejor sepa engañar al cuñado sin que la abuela se entere. Cada jugador canta si quiere trumfo (o butifarra si va sin palo), y a partir de ahí comienza un festival de faroles, insultos pasivo-agresivos y anotaciones en servilletas. El objetivo: humillar elegantemente a la pareja contraria mientras se debate sobre independencia, corrupción o si hay que poner la tortilla con cebolla.
Reacciones en Redes: #ButifarraGate
La noticia del encuentro ha reventado X (antes Twitter), donde los hashtags #ButifarraGate, #ParchísEspañaUnida y #CluedoMoncloa han escalado a lo más alto de las tendencias. Los memes no se han hecho esperar: desde Puigdemont disfrazado de Rey de Bastos hasta Illa como repartidor de cartas de doble fondo. Incluso Ayuso tuiteó una foto de ella misma con un UNO y la frase: «Con esto os reviento a todos, catalufos incluidos».
Mientras tanto, los analistas políticos ya se preguntan si la butifarra podría sustituir al Parlament como espacio de debate: menos gritos, más estrategia, y al menos, alguien gana al final.
Categorías:
- Política Ficción