
Sons of Bureaucracy Arrasa en FakeFlix: Funcionarios en Moto, Trámites en Llamas y Excel sin Control
- «Sons of Bureaucracy»: funcionarios en moto, trámites en llamas y grapadoras como armas en la serie más absurda y adictiva de FakeFlix.
- El drama administrativo alcanza nuevas cotas de épica con persecuciones en sillas de oficina y duelos de sellos en plena Seguridad Social.

Nadie lo vio venir. Ni los guionistas, ni el Ministerio de Hacienda, ni siquiera el colectivo de fans del Excel 2003. La nueva serie de FakeFlix, Sons of Bureaucracy, una epopeya de acción y papeleo extremo, se ha convertido en la sensación televisiva del año. Ambientada en un universo distópico donde los funcionarios dominan las carreteras y los sellos de caucho son más valiosos que el oro, la serie ya ha superado en visualizaciones a El Juego de la Renta y House of Trámites.
La premisa es tan absurda como adictiva: una banda de funcionarios moteros —liderados por el carismático pero emocionalmente bloqueado Archivero Jefe Ramírez— recorre un país devastado por la digitalización, luchando por mantener viva la sagrada tradición del papel timbrado, el trámite presencial y la siesta de 90 minutos.
“La idea surgió en una sala de espera de la Seguridad Social”, confiesa Gerardo Chufas, creador de la serie y ex opositor en excedencia. “Vi a un funcionario sellar un papel sin mirarlo y pensé: este hombre merece su propia serie. Y una moto”.

Excelencia administrativa sobre ruedas
En el universo de Sons of Bureaucracy, las motos son alimentadas por café de máquina y las armas de fuego han sido sustituidas por grapadoras de alto calibre. La violencia se resuelve a base de expedientes sancionadores y duelos de impresoras matriciales.
Cada capítulo lleva el nombre de un trámite real, como “Duplicado del duplicado”, “Certificado de convivencia con madre”, o el aclamado episodio doble “IVA intracomunitario: parte I y parte II (solo para autónomos)”.
La crítica ha sido unánime. La revista Cinéfilos Resentidos la definió como “Breaking Bad con cola del paro”, mientras que Sálvame Jurídico alabó su “brutal sinceridad sobre el horror administrativo”. Incluso el sindicato CSIF emitió un comunicado elogiando la serie por “visibilizar el estrés post-it traumático”.
Una trama sellada, compulsada y foliada
Ramírez, interpretado por el actor catalán Jofré Lomas —ex técnico de biblioteca y campeón de lanzamiento de sello—, lidera la Sección X-17 del Ministerio de Procedimientos Lentos. Su misión: impedir que la nueva ministra de Digitalización (encarnada por una escalofriante María Patiño con pelo sintético) acabe con el papel y convierta la burocracia en una app.
En el tercer episodio, Ramírez y su equipo interceptan un convoy de tablets ilegales que intentaban introducirse en la Delegación de Hacienda de Logroño. La escena de acción incluye una persecución en sillas ergonómicas, una batalla de tóneres defectuosos y un discurso de cuatro horas sobre la obsolescencia de la firma electrónica.
“El público se siente representado”, explica Chufas. “Todos hemos llorado delante de un funcionario. Esta serie permite hacerlo desde el sofá, con palomitas y ansiedad”.
Reacciones sociales: indignación, nostalgia y cosplay de gestoría
Las redes sociales están en ebullición. El hashtag #SonsOfBurocracy ha superado los 14 millones de menciones. Usuarios comparten fotos de sus disfraces de técnicos de Urbanismo, cosplay de Subinspector de Aguas y fanart de grapadoras antropomórficas.
Mientras tanto, en el mundo real, varios funcionarios han empezado a llegar al trabajo en moto, a veces sin destino claro, solo por el “flow procedimental”. El Ministerio del Interior ha emitido un aviso: “Por favor, abstenerse de sellar documentos con fuego. No todo lo que funciona en la ficción es legal”.
Incluso ha surgido un movimiento político espontáneo, los “Buro-Makers”, que abogan por reinstaurar la máquina de escribir en todas las oficinas del Estado y sustituir el BOE por carteles en tablones de corcho.
Temporada 2: más trámites, menos sentido
La segunda temporada ya está en producción. Se rumorea que incluirá una guerra de tasas con Portugal, la aparición de un hacker anarquista que imprime los PDFs en Comic Sans, y un episodio musical ambientado en la Dirección General de Tráfico.
FakeFlix ya ha confirmado que lanzará un spin-off: Los del Catastro, centrado en una unidad élite encargada de corregir errores en coordenadas catastrales mediante métodos nada ortodoxos (como el secuestro de topógrafos o invocaciones cartográficas).
Mientras tanto, Sons of Bureaucracy sigue liderando audiencias. Quizá porque, en el fondo, todos llevamos un pequeño archivero dentro. Y una grapadora cargada.