
Trancas y Barrancas Tampoco Acudirán a la Apertura del Año Judicial
- «Las hormigas más famosas de España alegan ‘agotamiento moral’ y se declaran en objeción judicial.”
- «‘Nosotros solo abrimos El Hormiguero’: Trancas y Barrancas rechazan abrir nada que no sea un sobre de gusanitos.”

Madrid, septiembre de 2025 — En una inesperada sacudida institucional, las conocidas figuras del entretenimiento nacional, Trancas y Barrancas, han anunciado que no asistirán a la solemne Apertura del Año Judicial presidida por el rey Felipe VI.
El comunicado, leído por un monigote de cartón piedra en la entrada de los Juzgados de Plaza de Castilla, rezaba: “Nosotras no juzgamos ni abrimos años. Como mucho, abrimos secciones con Pablo Motos, y eso cuando no está de mal humor.”
El rechazo ha generado una mezcla de confusión y alivio en los pasillos del Tribunal Supremo. “Nos temíamos que fueran a aparecer disfrazadas de fiscales para hacer una broma en directo. Ya ocurrió una vez en la Audiencia Nacional y acabó con media plantilla llorando purpurina”, ha declarado un magistrado anónimo que insiste en que las hormigas “no están en sus cabales desde que entrevistaron a Ana Obregón con un holograma de Lequio”.
Según fuentes cercanas al dúo (un enano disfrazado de buzón y un técnico de sonido con traumas), Trancas lleva semanas en tratamiento por estrés postcómico, mientras Barrancas se ha metido de lleno en el movimiento de “desobediencia judicial simbólica”, al que también pertenecen personajes como Don Pimpón y Pocoyó, cansados de ser ignorados en las decisiones legislativas.
La Casa Real, por su parte, ha respondido con prudencia. Felipe VI, visiblemente consternado, preguntó a su equipo: “¿Quiénes son esas?”, pero más tarde, tras ver un par de vídeos en YouTube, declaró: “Me parecen profundamente democráticas y algo viscosas.”
Las hormigas, lejos de quedarse calladas, han convocado una rueda de prensa en el plató de El Hormiguero, en la que confirmaron que solo acudirán a aperturas que contengan fuegos artificiales, jamón ibérico o portales interdimensionales. “¿Una apertura judicial? ¡Eso suena a PowerPoint con corbata!”, gritó Trancas, antes de ser silenciada por el equipo de maquillaje con cinta americana de colores.
Barrancas, más reflexiva, afirmó que no quiere “verse en un juzgado otra vez”, tras aquel escándalo de 2018 en el que fue acusada de manipular a la opinión pública en la gala de los Premios 40 Principales. “Fue una trampa. Me confundieron con una langosta. Nunca lo superé”, añadió mientras comía puré con pajita.
El Ministerio de Justicia ha mostrado una postura ambigua. El ministro, en declaraciones a medios serios, reconoció que “hay hueco para todos en la democracia, incluso para muñecos teleñecos con voz de pito”. Sin embargo, fuentes internas señalan que ya se están planteando incluir cláusulas anti-marionetas en los actos oficiales, tras varias interferencias de “Espinete” y “los del guiñol” en sesiones del Congreso.
La comunidad jurídica se encuentra dividida. Mientras algunos juristas ven esta ausencia como una falta de respeto al sistema judicial, otros creen que podría ser “la única forma de hacerlo interesante”. El Colegio de Abogados de Madrid ha emitido un comunicado neutral: “Respetamos el derecho de las hormigas a no asistir, pero pedimos que al menos lo hagan con un buen sketch por TikTok.”
Desde RTVE se baraja incluso una nueva serie documental: “La Justicia Hormiguera: entre el delito y el tentempié”, que contaría con cameos de Bertín Osborne, Pocholo y un grafitero gallego que se hace pasar por notario.
Lo que sí está claro es que la apertura del Año Judicial tendrá que llevarse a cabo sin la presencia de sus invitadas más esperadas por los becarios. Y aunque el Rey leerá su discurso como cada año, esta vez lo hará con una ligera tristeza en la voz, sabiendo que no habrá risas grabadas ni chistes sobre flanes explosivos.
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